Por. Bernardo León
"Yo entre a la política para "hacer algo", el error es
"Yo entre a la política para "hacer algo", el error es
que ahora la gente entra a la política porque quiere "ser alguien"
Margaret Thatcher
Mañana domingo 18 de mayo son las elecciones internas del
PAN, gane quien gane, el problema del PAN no es quien lo dirija sino, ¿cuál es
su identidad? ¿cuál es su oferta política? ¿qué alternativas de mejora ofrece
frente a los gobiernos priístas?
El PAN es un partido que México necesita, sin embargo, es
indispensable que redefina su identidad, porque después de derrotar al PRI en
la urnas, de ser gobierno y de perder nuevamente, su oferta política a quedado
desdibujada.
La identidad política del PAN y sus militantes era la de –
frente al autoritarismo priísta – construir un sistema democrático mas
representativo, frente a la corrupción gubernamental, ofrecer honestidad en el
servicio público y ante al centralismo, articular un régimen municipal y
federal fortalecido y ante la desigualdad una propuesta de mayor justicia
basada en la ley.
Los gobiernos priístas perdieron el poder por corruptos, por
las crisis económicas recurrentes que provocaron, por la desigualdad y la
injusticia y por centralistas, sin embargo, el triunfo del PAN, mas temprano
que tarde comenzó a mostrar actitudes similares o en algunos casos, peores.
Como ya se ha dicho el PAN conservó el sistema político
priísta, se mantuvo la NO-reelección inmediata y los plurinominales, cosa que
debilitó enormemente la democracia y una correcta división de poderes (lo
llamaron gobiernos divididos; cosa que no explica nada y entorpece todo el
proceso político); se mantuvo el presidencialismo (sin los mecanismos
metaconstitucionales que el PRI si tenía). La partidocracia, por tanto, se
convirtió en el nuevo corporativismo.
La reforma de justicia nunca llegó, el poder judicial siguió
siendo un nicho de impunidad e ineficacia, los programas sociales siguieron
siendo proyectos asistencialistas, el federalismo y el municipalismo – sin
reelección, con plurinominales, sin reforma tributaria – se convirtieron en una
especie de “feudos” que balcanizaron al país y produjeron una corrupción inconmensurable.
Quizás la crítica mayor está en el “chambismo”,
“patronazgo”, “compadrazgo”, etcétera.
El PAN, tenía que haber roto la trágica tradición de
transformar los puestos públicos en nichos de corrupción para parientes y
amigos. En 2001 se propuso una ley de Servicio Público de Carrera, con el fin
de que desde el Director General hasta Enlace – es decir los puestos públicos mas
técnicos – fueran designados por méritos y en igualdad de oportunidades, no por
cuotas partidistas, visiones de futurismo político, compromisos o simplemente
por corrupción.
Sin embargo, la presión de los panistas, particularmente de
los calderonistas fue muy fuerte. El Servicio Público de Carrera, a pesar de
ser una propuesta del PAN, fue desechado y poco a poco el gobierno se fue llenado
de “panistas de última hora” en los puestos técnicos de las diferentes
dependencias, la imitación de las maneras del PRI, no podía ser mayor, se
mimetizaron.
Es ahí donde estuvo la tragedia, la idea de formar cuadros
en el PAN, era formar “políticos”, dirigentes que inspiraran políticas públicas
humanistas desde los altos puestos de la administración; No convertirse en una
agencia de colocaciones para puestos medios y bajos del gobierno.
Esta política, se convirtió en una catástrofe para el PAN, miles
de personas vieron la posibilidad de colocarse, en donde fuera, bajo la
peregrina premisa de ser panista; eso hizo que la militancia creciera
enormemente y que se generaran “líderes” expertos en clientelismo político. Del
mismo modo, que la administración pública se iba convirtiendo en un “botín” y
en lugar de ser un aparato generador de “bienes públicos” se transformó en un
campo de batalla y de privilegios de los grupos políticos del PAN que usaban
sus cargos como trampolín político y base económica.
Imitamos demasiado al PRI.
En este sentido, el nuevo PAN que surja de la elección del
día 18 de mayo, tiene que comprometerse de nuevo con la democracia, la justicia
y la honestidad, o se queda sin oferta política, sin votos y sin poder.
El PAN, debe ser un partido de ideas y de cuadros
“políticos”, pero NO una agencia de colocaciones, a riesgo de que el PRI –
mucho mas experto en eso – absorba cualquier promesa que el PAN ofrezca. Los
panistas necesitamos la presidencia, las secretarías de estado, las subsecretarias
y las coordinaciones de asesores para gobernar, pero el resto del gobierno debe
ser ocupado por profesionales de carrera, neutrales políticamente y designados
con base en el mérito y la igualdad de oportunidades, no por ser amigos de
alguien o cuota de determinado político con aspiraciones.
Los panistas debemos aspirar a los puestos altos del
gobierno para “hacer algo”, no para vivir en la ilusión acomplejada de que
el puesto nos va a convertir en “alguien”.
Eso evitará muchas crisis partidistas y permitirá gobiernos
panistas mas eficaces y “DIFERENTES” a los del PRI.
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