lunes, 20 de mayo de 2013

Operación "Manos Limpias" y Reforma Penal

En su libro "Excellent Cadavers, The Mafia and the Death of the First Italian Republic" Alexandre Stille, relata exhaustivamente la investigación y persecución de los Jueces de Instrucción Giovanni Falcone y Paolo Borsellino (entre otros), contra la Mafia Siciliana. El Título "Excellent Cadavers" se refiere a la estrategia de La Mafia, de asesinar a políticos y funcionarios de primer nivel en Italia para evitar, por un lado, que persiguieran a los mafiosos y, por el otro, que hablaran de más otros funcionarios que estaban involucrados con la organización criminal.

Además de la historia de la propia investigación y persecusión de los delitos de delincuencia organizada, Stille explica con toda claridad que el poder y la riqueza inconmensurable de la Mafia en Sicilia hubiera sido imposible sin la protección y complicidad de muchos miembros del gobierno Italiano. En la página 8 Stille escribe:

"En 1992, la clase política Italiana que había "tolerado" el poder de la Mafia en el sur de Italia fue sacudida fuertemente por dos escándalos paralelos: la investigación sobre la masiva corrupción del gobierno conocida como "Operación Manos Limpias" y las revelaciones acerca de la complicidad entre  políticos y la Mafia que se evidenció después del asesinato de Salvatore Lima (un senador ligado con la Mafia)...." [...] Mientras ambos escándalos de corrupción y complicidad con la Mafia progresaban, un tercio de los miembros del Parlamento Nacional y la mitad de los miembros del Parlamento Siciliano estaban bajo algún tipo de investigación criminal."

Mas adelante en la página 408 concluye con mucha contundencia:

"La experiencia de los últimos cuarenta años ha dejando en claro lo que debió ser claro desde el principio: que una clase política que vive inmersa en un patrón de ilegalidad no está en posición de conducir una campaña seria y sostenida contra el crimen organizado. El sorprendente éxito de la persecusión del delito desde 1992 ha ido de la mano del objetivo más ambicioso de el sistema de corrupción gubernamental."

Durante esos años, Italia tenía un Sistema Penal Inquisitivo, en el cual los llamados Jueces de Instrucción tenían la facultad de investigar y perseguir los delitos, la clave del trabajo de Falcone y Borsellino en contra de la Mafia y de la Operación "Manos Limpias" fue la independencia del los Jueces de Instrucción que eran reclutados con exámenes muy rigurosos y su carrera no tenía influencia política. Esto permitió que pudieran perseguir políticos y mafiosos protegidos por políticos.

Stille señala que ambas operaciones debilitaron el poder político del parlamento (la mitad estaba indiciada e investigada por algún delito) y que por unos años el poder público más importante de Italia fue el Poder Judicial.

Stille concluye: "El Parlamento fue forzado a cometer un tipo de suicidio colectivo: paso una reforma electoral largamente esperada  que adoptó el sistema mayoritario y se disolvió a sí mismo para convocar elecciones el 27 de Marzo de 1994".

La triste historia es que a Falcone y a Borsellino y a muchos de sus colegas los asesinaron, lo cual ya es muy grave, pero no fue lo peor. El nuevo gobierno comandado por Silvio Berlusconi, se abocó a recobrar el poder que los poderes legislativo y ejecutivo habían perdido en favor de la magistratura.

La Reforma Penal en México tiene mucho que aprender de lo que pasó y sigue pasando en Italia, porque el nuevo proceso penal genera más garantías, pero la reforma penal olvidó a la policía y al Ministerio Público que en un sistema acusatorio tienen funciones distintas y olvido los balances y contrapesos que debe tener el sistema penal respecto del poder político. 

Si la policía y el Ministerio Público no tienen la independencia del poder político que requieren para funcionar en el nuevo sistema, la reforma no será el éxito que se espera y podremos tener la versión mexicana de Berlusconi y la consecuente decepción.

sábado, 11 de mayo de 2013

Puerta Giratoria: Policía-MP

La relación entre las policías y el Ministerio Público es como un divorcio con hijos; aunque no se quieren ni ver, tienen irremediablemente que convivir permanentemente. Sin embargo, la redacción de los artículos 16, 21 y 115 constitucionales no ayudan en nada para que esta relación sea más tersa y genere mejores resultados.

El artículo 16 establece que para que un juez libre una orden de aprehensión debe haber una denuncia o querella previa, sin embargo no establece en ningún momento que "para iniciar una investigación" el Ministerio Público o la policía requieran de una denuncia o una querella.

No obstante, que la constitución no dice nada al respecto, se ha interpretado que la denuncia y la querella deben hacerse ante el Ministerio Público de manera formal en una agencia del MP. Esto inhibe a muchas víctimas o testigos a denunciar un delito porque no quieren ir a una Agencia. Sin embargo, ésta no es la peor consecuencia de la interpretación que se le da al artículo 16, lo más grave es que se impide tanto al Ministerio Público como a la policía hacer investigación proactiva de los delitos aunque no haya denuncia. Ya sé que el lector me dirá -y qué pasa con los delitos perseguibles de "oficio"- bueno hay que tener claro que no existe ningún código de procedimientos penales que establezca, cuáles son los delitos perseguibles de oficio, es a criterio del MP. Pero insisto, aún y cuando existan los delitos "perseguibles de oficio" la realidad es que se persigue "de oficio" el delito que ya tiene una manifestación externa (como un cadáver o drogas) sin embargo, no se investiga de manera proactiva con base en una política criminal que permita controlar el fenómeno criminal. El artículo 16, como se ha interpretado por la doctrina, implica que toda la estratégia de investigación y procuración de justicia sea básicamente reactiva, por eso entre el 90% y el 98% de todos los detenidos, son arrestados en flagrancia y muy pocos producto de una investigación criminal.

Por su parte, el artículo 21 impide que la policía actúe sin la tutela del MP en la investigación criminal, esto provoca que la relación Policía-MP sea muy complicada porque, ambos reciben denuncia, pero sólo la que es ante el MP tiene valor y en todo caso la policía debe ratificar. Por otro lado, la policía debe recibir instrucciones del MP para investigar, lo que inhibe su trabajo proactivo y enfrenta a ambas instituciones, entorpeciendo el trabajo de los dos y finalmente porque la policía se siente inconforme por que el MP suelta a los presuntos responsables que arresta y el MP se queja de que la policía detiene personas sin pruebas suficientes por lo que debe dejarlas en libertad.

Finalmente, el 115 señala que la mitad de las policías del país (las municipales) son preventivas y no deben investigar, cuestión que ratifica la ley del Sistema Nacional de Seguridad Pública, lo que de plano impide que se desarrollen las policías municipales y que toda la información y la capacidad de investigación que poseen, sirva para una política criminal proactiva.

Es indispensable que en el marco de la reforma de seguridad pública y justicia penal, se replantee el papel y las facultades de ambas instituciones para articular la política criminal y los mexicanos podamos vivir en paz.

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Bernardo León-Olea @bernardomariale En las elecciones de 1936 Franklin D. Roosevelt y el partido demócrata ganaron la mayoría calificada en ...